Enseñanza flexible y aprendizaje abierto, fundamentos clave de los PLEs. Salinas, J. Castañeda, L; ADell, J. (Eds): Entornos personales de aprendizaje: claves para el ecosistema educativo en red, pages 53-70. Marfil, 2013.
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Si fundamentar un concepto significa estudiar sus orígenes y conectarlo con las concep-ciones existentes a fin de darle respaldo y legitimidad, desde el momento en que el mismo concepto de entorno personal de aprendizaje es muy discutido, sus fundamentos pueden buscarse en distintas bases. La fundamentación del concepto depende de la concepción que se tenga de Entorno Personal de Aprendizaje –PLE, en la acepción en inglés–. Si aceptamos que los PLE se sitúan en los límites de los nuevos espacios de la comunicación educativa (comunicación pública vs. comunicación privada; entornos institucionales, sociales o entornos personales; etc.) está claro que tanto la definición del concepto, como sus fundamentos requieren discusión y reflexión. Puede establecerse que una de sus bases, quizá de las más sólidas desde la perspectiva pedagógica la constituyen conceptos como la educación flexible y el aprendizaje abierto. Desde el momento en que hablamos de educación de personas adultas, con conciencia autónoma y que la ejercen en relación a su aprendizaje, el desarrollo del PLE cae dentro de lo se entiende como aprendizaje abierto o educación flexible: el usuario tiene elección, tiene libertad de maniobra, tiene control sobre la forma en que aprende. Estamos, entonces, ante procesos centrados en el alumno, que han sido tradicionalmente contemplados en Didáctica. Otra cosa es que hayan sido escasamente practicados. La práctica educativa –sobre todo tratándose de adultos y especialmente en el nivel superior– incorpora cada vez más estrategias didácticas centradas en el alumno: propuestas Para citar: Salinas, J. (2013). Enseñanza Flexible y Aprendizaje Abierto, Fundamentos clave de los PLEs. En L. Castañeda y J. Adell (Eds.), Entornos Personales de Aprendizaje: Claves para el ecosistema educativo en red (pp. 53-70). Alcoy: Marfil. 54 Jesús Salinas de tareas abiertas, fundamentación en teorías constructivistas del aprendizaje, experiencias y actividades centradas en el alumno, aprendizaje colaborativo, investigación y descubrimien-to,… Todo ello constituye el espacio para el desarrollo de PLE. Es habitual abordar los PLE desde dos perspectivas, presentadas a veces como antagó-nicas: una tecnológica, que hace referencia a configuraciones de software y aplicaciones y otra pedagógica que incorpora el concepto a una corriente de pensamiento que incorpora la perspectiva del alumno (Attwell, 2008; Salinas, 2008; Schaffert y Hilzensauer, 2008; Adell y Castañeda, 2010). En realidad se trata de un entorno en el que caben distintos tipos de aprendizaje, y que al situarse en una de las fronteras de la práctica de la enseñanza reclama diversidad de meto-dologías didácticas (especialmente las que hemos dado en llamar metodologías centradas en el alumno). Entiendo que aquí se encuentra el nexo que conecta PLE con la corriente del aprendizaje abierto y/o educación flexible: la importancia que la participación y autonomía del alumno tiene en los procesos de aprendizaje que se dan en el PLE. Podríamos decir que forzosamente nos vemos abocados a ello y esto es quizá la aportación más interesante que los PLE puedan traer al terreno de los procesos de enseñanza-aprendizaje mediados por TIC. Fundamentar los PLE en el aprendizaje abierto y en la educación flexible viene a incor-porarlos en una corriente de ideas que pone el énfasis en el aprendizaje del alumno (sin abominar de la enseñanza) y que encaja muy bien con la utilización de tecnologías en los procesos de aprendizaje.
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